Si la Luna fuera de pulque, un precioso mito mexicano ilustrado
“Noche antigua” de David Álvarez, ilustrador mexicano, hace un cuidadoso pastiche de diversas narraciones y mitos del México antiguo.
En la mayoría de mitos los animales son los protagonistas y de sus acciones dependen distintos ciclos o posibilidades del mundo. Así lo ilustra con ingenio y simplicidad Álvarez donde las disputas entre el conejo y el tlacuache determinan las fases lunares, animales vitales en la cosmogonía nahua.
El tlacuache, el conejo, el pulque y la Luna
El tlacuache se conoce como el personaje capaz de robarse el fuego para los hombres. Ya lo relató Alfredo López Austin en su libro “Los mitos del tlacuache” que nos presenta a un ser que se le relaciona con el acto de robar, con la picardía, la fiesta y la embriaguez como cuenta El pulque, pulque hay 400, todas representadas por conejos.
El conejo y la Luna sostienen una relación muy cercana. No solo está estampado el animal en el astro: ambos están asociados a la fertilidad, igual que la blanca bebida embriagante; igual que el maguey de donde es extraída el aguamiel. Otra leyenda cuenta que la Luna es una olla llena de pulque, que se va vaciando para fertilizar la tierra.
Estos relatos nos recuerdan que hay fuerzas ajenas a nosotros que se encargan de mantener activos estos fenómenos de la naturaleza y que ilustra David Álvarez con un halo de ternura.