NO BASTA CON BUENA ALIMENTACIÓN Y EJERCICIO

No solo es alimentarse y hacer ejercicio lo que nos da salud.

Siempre pensamos en una buena alimentación y en la práctica regular de ejercicio físico como los únicos factores para evitar riesgos para la salud.

Y por supuesto son importantes pero… existen otros factores igualmente importantes que te contamos a continuación:

“Mens sana in corpore sano”

El equilibrio es importante tanto en el cuerpo como en la mente. Tratar de evitar el estrés y alejarse de hábitos nocivos, con prácticas como el yoga, el pilate, trabajas cuerpo y mente, o el fantástico mindfulness te dan ese equilibrio entre cuerpo y mente al que nos referimos.

 Agua, agua, aguaaaaa

El agua representa entre un 55%-60%  del peso corporal de una persona adulta. Por ello es vital prestar mucha atención a la hidratación. Y si lo siento pero aunque muchos alimentos como frutas y verduras, el 80 % de este aporte debe ser directamente de la ingesta de agua.

No esperes a tener sed para consumir agua, que es la mejor manera de combatir la sed. La sensación de sed va creciendo con los años , por lo que es importante y necesario tener siempre agua a mano. Ten especial cuidado con los niños y los ancianos, pierden más agua por la piel que los adultos.

La cantidad que debes consumir depende de factores como: la masa corporal, el sexo y la edad. La regla general en un adulto es de un consumo de dos litros y los dos litros y medio en total.

Duerme bien, envejece de forma sana

El descanso es vital para la salud física y mental. En adultos es recomendable dormir entre 7-8 horas. En niños y adolescentes, debido a la etapa de crecimiento en la que se encuentran, estas necesidades se incrementan.

También hay que tener en cuenta que estas necesidades dependen de cada persona. En todo caso, para mantener un sueño de calidad, no olvides seguir algunas pautas básicas como:

1. Establecer un horario regular para dormir.
2. Evitar el consumo de bebidas estimulantes y de tabaco antes de dormir.
3. Practicar ejercicio de forma regular, pero no antes de acostarse. Asimismo, no hacer un gran esfuerzo mental antes de echarse a dormir.
4. Mantener una habitación bien ventilada y con escasa iluminación.
5. Cenar ligero antes de dormir.

Comer de forma más saludable

La OMS nos dice que una dieta saludable ayuda a protegernos de enfermedades como la diabetes, las cardiopatías, los accidentes cerebrovasculares y el cáncer.

Existen multitud de consejos para comer de forma más saludable, pero aquí van algunos de los básicos:

1. Evitar la ingesta de alimentos procesados con alto contenido calórico: La ingesta calórica debe estar equilibrada con el gasto calórico. En este sentido, las grasas no deberían superar el 30% de la ingesta calórica total, limitando siempre el consumo de grasas saturadas.
2. Aumentar el consumo de frutas y verduras. Sin olvidar las legumbres, los frutos secos y los cereales, preferiblemente integrales. De este modo podremos garantizar un correcto aporte de fibra a nuestro organismo mejorando nuestro tránsito intestinal.
3. Controlar el tamaño de las porciones de los alimentos. Te recomendamos utilizar platos pequeños que te ayudarán a controlar mejor las raciones.
4. Controlar el consumo de sal: las autoridades sanitarias advierten de que la mayoría de la población consume demasiado sodio a través de la sal y ya ha lanzado diversas campañas para reducir su ingesta. 

Buen nivel de actividad física

Si sumamos una dieta saludable, un buen nivel de actividad física y un gasto de energía acorde con ella; tenemos la ecuación perfecta para tener una óptima salud.

Ten en cuenta que la actividad física en los adultos debe ser al menos 150 minutos semanales si el ejercicio es aeróbico y de intensidad moderada o 75 minutos cada semana si se trata de una actividad más intensa. Si se aumentan estas actividades de forma moderada, los beneficios son todavía mayores, advierte la OMS.

Checar esta rutina y no dejes tu salud para mañana.