De arquitecto a cuentacuentos durante el confinamiento
García, de 27 años, desde el inicio de la cuarentena tiene una gran tarea todas las tardes. Con un micrófono se asoma a la ventana de su conjunto residencial en CDMX y cuenta cuentos a los niños, que se asoman a las ventanas para escucharlos y aplacar el aburrimiento.
Suele preceder su tarea con canciones de Francisco Gabilondo Soler, un célebre cantautor infantil que se hace pasar por un grillo llamado “Cri-Cri”. Lo suelen acompañar tambien otros cuentacuentos, así como un titiritero.
Alegrar a los niños sin medios digitales
La finalidad de este joven arquitecto es entretener a los pequeños y contrarrestar la tendencia de los niños de hundirse en los dispositivos electrónicos, “En tres meses, todo se ha vuelto digital, el trabajo, los contactos, las compras”.
Y lo está logrando. Rogelio Morales uno de sus espectadores, quien escucha a García desde la ventana del apartamento de su abuela.
Durante la cuarentena Morales de 9 años ha pasado gran parte de su tiempo jugando videojuegos pero ahora escuchar los cuentos “está muy bonito, porque si tenemos algo que hacer o estamos muy frustrados, nos podemos relajar”.