Pozole guerrerense, herencia precolombina
Uno de los platos reconocidos en nuestra gastronomía es el pozole, plato a base de maíz, carne y por supuesto el chile. Su nombre tiene raíz náhuatl “pozolli”, espuma, ya que al cocerse cada grano de maíz cacahuazintle se abre como flor y esto da la impresión de ser espuma.
El pozole es reconocido a nivel internacional dentro de la sabrosa gastronomía mexicana. La receta es originaria de la zona centro del Estado de Guerrero, y cuenta con cuatro variedades de pozole.
El tradicional es el pozole blanco , elaborado con granos de maíz hervidos en el caldo de la cabeza de vaca o cerdo y condimentado con orégano, chile molido, cebolla, rábanos, queso fresco, aguacate o chicharrón prensado.
Otra variedad es elopozole o pozole rojo, su elaboración es a base de granos de elote hervido con espinazo de puerco y pollo, chile guajillo molido, calabacitas, zanahoria y epazote.
Si visitas Guerrero te recomendamos el pozole de camagua; una mezcla de elote con frijoles negros, con un sabor peculiar gracias al epazote y servido con carne de cerdo.
Jueves pozolero
Este plato se acostumbra degustar los miércoles por la noche. El “jueves pozolero” se hizo famoso gracias a que las cocineras aprovechan los restantes del pozole blanco y le agregan un mole verde, compuesto de un pipián hecho a base pepita, epazote fresco, chiles verdes y tomates de cáscara, de aquí nace el pozole verde.
Un buen pozole se debe acompañar de manitas de cerdo a la vinagreta, carnitas doradas rodeadas de rodajas de cebolla, tiras de chile jalapeño y zanahoria rallada. El maridaje del pozole se lo da el mezcal, bebida representante del estado de Guerrero, segundo productor nacional de la bebida.
Un buen y abundante plato de pozole se acompaña de buena música y entretenimiento. ¡Este jueves es pozolero!