Científicos encontraron los factores que desencadenan intolerancia a la glucosa.
Se sabía que la falta de sueño, unida a la falta de ejercicio y mala alimentación, se relacionaba con el riesgo de padecer diabetes tipo 2. Pero los investigadores no estaban seguros que factores desencadenaban la intolerancia a la glucosa.
En un estudio en el American Journal of Physiology-Endocrinology and Metabolism, analizó dos grupos de ratones. Al primero se le restringió el sueño, mientras que el segundo se le permitió dormir. Como resultado los ratones que padecieron falta de sueño tenían niveles más altos de azúcar en sangre. Además, los niveles de triglicéridos en el hígado aumentaron.
Los triglicéridos son grasas que suelen asociarse con la típica resistencia a la insulina de la diabetes. También, la falta de sueño transformó las encimas hepáticas, responsables del metabolismo del hígado.
Antes del experimento ambos grupos tuvieron alimentos ilimitados con alto contenido en grasa y agua azucarada. Con la finalidad de imitar el estilo sedentario de las personas. Durante en el periodo de abstinencia, los ratones tuvieron oportunidad limitada para la actividad física.
En conclusión, los resultados del estudio demuestran que la falta de sueño es con toda seguridad un factor de riesgo de la diabetes 2. Por eso es importante seguir una buena rutina antes de irse a la cama.