No sólo damos de qué hablar por nuestro mal comportamiento, hay mexicanos que ponen en alto el nombre de México.

Los mexicanos también sabemos comportarnos. Siempre hemos sabido que los que hacemos mejor las cosas para poner en alto el nombre de nuestro país a través de nuestro esfuerzo, de nuestra educación, de nuestro trabajo, somos muchos más que los que se empeñan en desprestigiarnos, de los que se esfuerzan pero por poner en mal el nombre de México a través de sus malos comportamientos.

Lo hemos visto en Rusia durante el Mundial. De manera vergonzosa hemos visto cómo han quemado la bandera de Alemania o cómo se le ha faltado al respeto al lábaro alemán al simular tener relaciones sexuales con el símbolo patrio teutón; o cómo ahora tres mexicanos enfrentan a la justicia rusa por haber robado en las calles del país gobernado por Vladímir Putin.

Pero también hemos visto mexicanos ejemplares, como aquellos que se organizaron para evitar que se gritara el clásico “¡ehhh, puto!” en los estadios rusos o como los que hoy se dieron cita en la Arena Rostov, para presenciar el encuentro entre México y Corea del Sur que, al término del partido que ganó la Selección Nacional dos goles a uno, se organizaron para recoger la basura que dejaron otros aficionados en el inmueble.

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Esto debería replicarse incluso en todos los estadios a los que los mexicanos vayamos; no sólo durante el Mundial en Rusia; sino también a lo largo de todos los juegos que componen la Liga MX o la Liga MX Femenil. Ser buenos mexicanos; créanme, es más fácil (y bonito) de lo que muchos pueden creer.

Sigamos dando este tipo de ejemplos para que cada vez sea más la buena imagen de nosotros alrededor del mundo,;que las actitudes malas y los comportamientos pésimos.