Malgastar el dinero que ganaba explotando a su hijo es solamente la punta del iceberg…
Estamos a nada de que termine la primera temporada de Luis Miguel la Serie y Luisito Rey, el padre de “El Sol” nos sigue dando nuevos motivos para odiarlo.
Los malos tratos que le daba a su hijo, a su familia y todas sus acciones negativas hacen que aquellos que siguen la bioserie, domingo a domingo, le guarden un enorme rencor y lo consideren ya como “el villano de México”.
Luis Gallego Sánchez
Mejor conocido como Luisito Rey, le gustaba vivir una vida a base de mentiras, su ambición lo llevó a explotar musicalmente a su hijo. Llevó a su familia a la ruina, tanto moral, como económicamente.
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Dispuesto a hacer todo lo posible porque su hijo Luis Miguel alcanzara la fama que él jamás obtuvo en su juventud.
Te dejamos con sus 10 canalladas:
1. Obligó a Luis Miguel a iniciar una carrera en la música, lo hacía cantar en bares para adultos.
2. Sacó a Mickey de la escuela para que pudiera ensayar TODO el día.
3. Ofreció a Marcela, a “El Negro” Durazo, para que le ayudara a que Mickey cantara en la boda de la hija de José López Portillo.
4. A los 12 años, cuando Luismi ya destacaba en la música, hizo que le dieran efedrina para que aguantara las duras jornadas de trabajo.
5. Cuando aún era menor de edad, le contrataba prostitutas a su hijo.
6. Se interpuso en la relación entre Luis Miguel y Mariana Yazbek, porque quería controlar TODO en la vida de su hijo, hasta sus novias.
7. Robaba dinero, abrió cuentas a su nombre en Suiza y las Bahamas, y tenía fábricas a través de las que lavaba dinero.
8. No pagaba impuestos a Hacienda, por lo que Luis Miguel estuvo a punto de pisar la cárcel.
9. Le mintió a sus hijos sobre el paradero de su madre. Les dijo que los había abandonado para irse con otro hombre, lo cual era ¡mentira!
10. Tenía amantes a las que les daba una vida de lujos.
11. Obligó a sus hijos a decidir con quién querían vivir: con él o con su madre.
Por éstas y muchas cosas más, nos alegramos de verlo solo y triste con una pierna de jamón en los brazos…
Gracias Silvio. Un abraZO.